Promover la elaboración de políticas públicas informadas por la mejor evidencia disponible, libre de conflictos de intereses.
El lobby de la industria farmacéutica es una realidad y constituye una estrategia que ejerce la industria para aumentar sus ventas. En esta instancia se intenta influir en políticas sanitarias que afectan a toda la población. Resulta relevante que las fuentes utilizadas para diseñar políticas públicas sanitarias sean de la mejor calidad, tomando en consideración la mejor evidencia científica disponible, evitando la instauración de normas que resulten más costosas, menos efectivas y en ocasiones más dañinas.