Medicamentos genéricos: una alternativa racional

Recientemente, medios de prensa publicaron la noticia de la renuncia de un médico hematólogo en una clínica privada, luego de que “ni a él ni a su paciente se les informara que estaba recibiendo medicamentos genéricos, pese a haber acordado los pagos por los originales por una alta suma de dinero”[1]. Para tratar al paciente con cáncer, se habría acordado la administración de un esquema de quimioterapia compuesto por los medicamentos Lenalidomida, Dexametasona y Bortezomib, todos ellos del fabricante original. Sin embargo, se le habría administrado el mismo esquema, con medicamentos genéricos.

La molestia del paciente y de su médico resultan del todo comprensibles desde el punto de vista del incumplimiento de las condiciones pactadas. No obstante, nos preocupa que la noticia transmite también un mensaje, a nuestro juicio equivocado, en relación con una supuesta inefectividad clínica asociada al uso de medicamentos genéricos. Por este motivo, creemos importante clarificar algunos puntos:

Los medicamentos con principio activo Lenalidomida en el mercado nacional deben cumplir con la condición de ser bioequivalentes, por tanto el uso de un genérico no debiera constituir un problema, sobre todo en caso de haber probado su bioequivalencia. Actualmente 28 productos registrados cumplen con dicha condición [2].

En el caso de medicamentos que son administrados por vía intravenosa como la Dexametasona (solución inyectable) y el Bortezomib (polvo liofilizado para suspensión), ambos fármacos en dichas vías de administración no están sujetos a la exigencia de demostrar equivalencia terapéutica. No obstante, para ambos principios activos y vía de administración existen en Chile medicamentos que han demostrado voluntariamente su condición de equivalentes terapéuticos a través de métodos aprobados para tal efecto [2].

Por lo tanto, que en este caso se hayan empleado medicamentos genéricos (no originales) no debiese constituir un problema desde el punto de vista clínico. Todos los medicamentos en Chile tienen como condición para ser autorizados el haber demostrado su calidad, seguridad y eficacia independiente de si se identifican o no con una marca específica. A esto se suma la posibilidad de que algunos de ellos hayan sido certificados como equivalentes terapéuticos, lo cual otorga certeza adicional sobre el logro del objetivo terapéutico desde el punto de vista clínico. Por otro lado, el empleo de genéricos conlleva un menor costo, por lo que su uso va en la dirección de optimizar los recursos sanitarios.

Quienes suscribimos esta columna, creemos en que hay que ser muy cuidadosos respecto a la instrumentalización de este tipo de noticias, ya que genera un mensaje erróneo relativo a que sería perjudicial la utilización de medicamentos genéricos en general. Además, cabe tener presente que la Ley de Fármacos 2 justamente busca fomentar la utilización de alternativas genéricas de medicamentos a través de la prescripción y la intercambiabilidad.

En la práctica y de acuerdo con la evidencia disponible, la existencia de opciones genéricas, medicamentos bioequivalentes y criterios de intercambiabilidad, debiera significar una buena noticia para los sistema y para los profesionales de la salud, pues permiten mejorar el acceso y racionalizar los costos de la atención en salud.

[1] https://www.latercera.com/la-tercera-pm/noticia/otra-polemica-remece-a-clc-medico-renuncia-por-aplicacion-de-quimioterapia-con-genericos-y-paciente-reclama-compensacion/YVCKSGPNPRGBHL7H3JNR3LH6YA/?utm_source=facebook&utm_medium=social&utm_campaign=facebook-dogtrack

[2] De acuerdo con información publicada por el Instituto de Salud Pública disponible en: https://registrosanitario.ispch.gob.cl/

Firman:

Bernardo Aguilera

Juan Carlos Almonte

Claudia Carvajal

Constanza Micolich

Juan Pablo Morales

Rodrigo Salinas

Médicos Sin Marca

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